Aquél infierno lleno de luz. Y un día abrí la puerta de mi vida, mi mundo interior. Pensé que el sol transmitiría mucho claridad a mi vida, y el camino sería francamente accesible. Pero me atrapó la ilusión, . Mas observé que realmente mi vida se llenaba de luz, de contenido, de transparencias. Entendí que no estaba sola. Comprendí que eramos amigos.
M.Mercedes Rodríguez Perera