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martes, 24 de marzo de 2015

Los accidentes aéreos, marítimos, terrestres...


   Quizás la agonía del caminante. Accidentes donde pueden perder vidas personas muy cercanas a nosotros. Como familiares, amistades, pareja... ¡Cómo le explicas a una persona que ha perdido a un ser querido y se encuentra rota de dolor que siga adelante!¡Cómo mitigar el dolor de una herida física, sicológica... que está sangrando emocionalmente, afectivamente...! Estar ahí junto a las personas traumatizadas por las aparentes incomprensiones de la vida, de las circunstancias vitales, pues es una forma de solidarizarse, positivamente con la situación. La despedida a las personas fallecidas es toda una necesidad. Es importante ese velatorio para poder hacer una vida lo mas posible aceptable, comunicativa. Aislarse demasiado tiempo es lo peor que puede ocurrir. Tu propio aislamiento ante situaciones difíciles es una forma de aislarte del mundo, de la cotidianeidad del día a día. Desde que puedas ponte en marcha. Da vida a tu trabajo, a tus ilusiones, a tus cosas cotidianas. Mientras recuerdes a esas personas positivamente, desde la paz y no la guerra. Desde el amor y no la impotencia. Desde la confianza y el respeto... y no la guerra desarmada sin sentido ni juicio. Pues su energía mas positiva y cautivadora quedarán prendadas, de alguna manera a tu persona. Te ayudarán a tirar pa´lante. Aunque no siempre se encuentran las palabras adecuadas para calmar un dolor de impotencia brutal.No es difícil entender que cuando te despides de una persona o de varias, y, te llega una noticia de su fallecimiento... pues el desvanecimiento, la incomprensión, la desolación, el infierno mas brutal pueden hacentarse en tu corazón, en tus principios, en tu forma de vida...

       El duelo, la despedida de esas personas necesitan su tiempo. Mas piensa también el gran amor que hubo entre vosotros. Te lo quitaron las circunstancias de la vida. No tienes que sentirte culpable de ello. Mas un amor verdadero, entregado, divertido, especial... siempre quiere lo mejor para las personas que aquí se quedan. Puesto que un amor verdadero no tiene límites de entrega, ni de solidaridad, ni de comprensión... siempre se desea lo mejor para las personas que aquí permanecen. Para nada un ser que te quiere te va a pedir todo un imposible. Si lo hiciera, evidentemente, el amor no sería tan verdadero, tan ético, tan comprensivo.

      Desde que puedas sigue tu camino, continúa con aquello que tanta vida te da. Vive para que otras personas tengan, les llegue el mensaje del vivir.

      Es verdad que en momentos como estos, pues muchísimas personas se acuerdan de dios, pero casi para echarle en cara todo lo ocurrido. Algunos/as quizás, si pudieran lo lapidarían vivo. Es decir, ojo por ojo, diente por diente. Mas el dios imaginario en el cual yo creo, es un dios compañero. Capaz de llorar contigo, de hacerse un hueco entre tanto y tanto dolor. Es un dios apoyo, muy humano. Seguro que un dios imaginario que cree y apuesta por el amor, sería incapaz de tales catástrofes. Yo no pretendo que nadie apueste por mi dios imaginario. Mas para mí es sumamente importante creer en él por que me ha sacado de muchísimos infiernso sin luz. Por supuesto, contando con el trabajo, constancia, profesionalidad, amistades, conocidos... que han querdio estar junto a mí, y que para nada conocen a mi dios particular. Probablemente, ni siquira crean en ningún dios. Mas cada uno se labra su camino según sea su necesidad. Es en el respeto, en la libertad, en la confianza, en la cercanía... donde realmente debemos encontrarnos y hacernos fuertes. ¡Gracias!

       Sumidos en el dolor resulta realmente imposible entender muchas cosas, muchas situaciones, continuar nuestros caminos... mas el camino es forma, fondo, sensibilidad, de todo caminante. Que tu vida siga teniendo un sentido a pesar del dolor y que juntos hagamos camino para una sociedad muy necesitada de caminantes en ruta.

     M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. Las catástrofes. Muchas personas que mueran sin justificación. En la plenitud quizás de sus vidas. En una despedida que fue puntual y se convirtió en una despedida sin retorno. Duele cuando mueren aquellas personas que quieres, que han aportado mucho de positivo a tu vida. Pero después de un duelo necesario y hasta urgente... Pienso que ha de seguir un momento de interiorización personal, de orden de la situación y tirar pa`lante. Tienes una vida por vivir, por dar sentido a muchas cosas. Una persona que te quiere nunca se va del todo. Su fuerza estará ahí para ser compartida. Aprender a vivir de nuevo es toda una necesidad... y un momento esperanzador para el mundo.

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