Sí, aquellos momentos que invitan a voces a ser escuchados. Los momentos de antaño donde la ternura de un detalle nos lleva a la reflexión de casi toda una vida. Incluso a un comentario personalizado del que quizás todavía no sea demasiado tarde para conquistar nuestros objetivos, nuestros premios mas cotizados. Una puesta en marcha a la solidaridad, a la justicia bien encauzada, bien dirigida, y hasta bien administrada. Un arropamiento a la disponibilidad del ser humano. Sí, para que la soledad no sea su única opción de supervivencia. Un gracias infinito a todas aquéllas personas que han recorrido algunos de mis caminos, bien atravesados algunos de ellos, y que en alguna ocasión os haya servido de respuesta a vuestras inquietantes preguntas, momentos dudosos.
Que la mirada alumbre el camino de nuestras vidas. Que los momentos sean luceros en el tiempo y que el presente valioso como pocos, coquetee con nuestro despertar, que no se nos escape nunca mas de nuestras manos. Navegando quizás, por mares infinitos y surcando un cielo azul con toda una invitación del universo. No siempre acertamos cuando hablamos con personas que nos son gratas, que bien queremos. A veces, metemos la pata hasta el infinito y mucho mas. Sí, ante personas que verdaderamente nos importan y sabemos pueden traer al hogar mucha paz, felicidad, armonía. No siempre se puede enmendar un error, quizás un golpe bajo. Por lo que tengo en estima cuidar a las personas que verdaderamente me importan y que le han dado un giro positivo a mi vida. Gracias.
M.Mercedes Rodríguez Perera