A veces soy como una veleta al viento. Sí, por que me encanta la libertad, aunque es verdad que me he rozado con la señora libertad, pues solo de pasada. Creo en el ser humano como ente natural capaz de ser feliz, de realizarse en distintos campos, de ser comunicativo consigo mismo/a y con el mundo. A veces me veo en un barco velero super grande. Navegando sin un rumbo fijo, mas teniendo yo las ideas muy claras. Desconectada de momentos pasados que truncaron mi vida, que la fueron destruyendo día a día sin una justificación que fuera defendible ante la ley. Pero a veces, pasan estas cosas... en el mas absoluto silencio, anonimato. Yo he tendio la fortaleza de alzar el vuelo. Agarrarme a la vida como puedo, agarrarme a las personas que quiero y que han dado un sentido positivo a mi vida. Entiendo que el hombre/mujer, por naturaleza, es un ser pensante, que se equivoca, que se emociona, que parte en distintos momentos de su vida, desde un mismo punto de partida. Yo quiero alzar el vuelo, aprender a volar, entender el vuelo. Yo quiero olvidar un pasado que destrozó mi vida casi por completo. Mas el pasado es pasado y olvidado ha de queder. Puesto que si no fuera así, no habría forma de tirar "pa lante", de crecer, de darme la oportunidad de mostrar todo mi talento a personas interesadas. Necesito olvidar el pasado. Necesito desconectarme de todo aquello que tanto dolor provocó en mi persona. No quiero, bajo ninguna circunstancia que, un dolor que nunca debió tener cabida en mi vida, pues me impida ser feliz, abrazar al mundo con mi cuerpo. Sentir que estar viva ya es toda una prueba de superación, de arranque personal y grupal. El dolor tiene un poder infinito... mas yo, en la medida que me sea posible, quiero terminar con dicho dolor. Por que ya lleva demasiado tiempo en mi vida, rozando mi piel, caminando junto a mí. Quiero apostar por todo lo que hay en mí de positivo. Aquello que parecía estar muuy bien oculto. ¡Cuántas veces le pregunté a mi dios el por qué no me echaba una mano! Quizás los dos,imaginativamente, tocamos en infinidad de puertas. Unas se abrierón, otras pues no. Quizás los dos, imaginativamente, nos comunicábamos con un lenguaje bastante personal. Por que yo, imaginaivamente, tenía que creer en un dios amigo, solidario, espontáneo, con sentido del humor, presente en los momentos buenos y malos. Necesitaba creer, imaginativamente, que estaba junto a mí y hacía sus pinitos cuando podía o le dejaban. Entendí que dios nuncan me falló, necesitaba creer lo, imaginativamente, para seguir avanzando. Quizás, imaginativamente yo iba dando forma y fondo a mi particualar forma de ver a dios, a mi manera tan urgente de ser ayudada. Es verdad, que hay muchas personas que están ahí. Personas que conozco y que me ven a mí tal cual soy. Para mí es todo un privilegio que me hayas conocido tal y como soy. Sí, como me manifiesto... después de mucho tiempo llevando una careta para no mostrar una imagen, la de la mujer sensible, alegre, que muestra lo que sabe a quien está interesado/a, que le encantan los niños y tiene una habilidad particular para estar con ellos. Pero, ahora quiero seguir siendo positiva y contar con vosotros/as si ello es posible. Sin socialización no hay equipo. Sin equipo poco se puede avanzar en los caminos, a veces, tormentosos que nos presenta la vida. Gracias
M.Mercedes Rodríguez Perera 30/04/14