Sí, a veces, la gente te sorprende con una sonrisa. Estando a tu lado en momentos difíciles. Ayudándote a resolver problemas, situaciones, conflictos bien difíciles. Hay personas que pueden, sin querer, pues hacerte mucho daño. La evidencia te dice que no ha existido intencionalidad al hacerte daño. Que quizás esa/s personas se vieron envueltas en situaciones de engaños, de enredos, de mentiras sin igual. Sin embargo, al abrir los ojos, sienten la necesidad instintiva, de actitud de enmendar el error. Y lejos de lo que hubieran hecho otras personas sin escrúpulos, pasando de todo, dejándote con semejante berenjenal en tu propia presencia... sin casi decirte adiós, se marchan y tú no sabes, no tienes ni idea de a quien contarle tus problemas, tu situación personal, tu desmoronamento... Sin embargo, hay otras personas que de alguna menera, son víctimas de una situación parecida a la tuya y no dudan en ayudarte, arrimar el hombro para que todo se normalice, se ponga a cada persona en su lugar y el orden de las cosas, de los momentos, de lo justo se restablezcan. Evidentemente, yo no estoy acostumbrada a que me echen una mano... y ante tal actitud casi me quedo sin palabras, aun pareciendome semejante hecho algo realmente admirable. Por que en ocasiones hay personas con una maldad brutal en su interior y lo único que buscan es su propio provecho. Además si te pueden desacreditar por alguna situacion de discapacidad pues entonces son capaces de cavar tu propia tumba y echar tierra encima. Algunos quizás llegan mas lejos y piensan después de enterrarte viva, por poner un ejemplo,pues decir cosas maravillosas de ti, cosas que ni sienten, ni meditan. Mas siempre hay alguien capaz de desenterrar situaciones nada claras y poner cielo, mar y tierra a sus pies con la intención de que la justicia se haga, principalmente, para aquellas personas que nos cuesta defendernos, que carecemos, en ocaciones de información, de guia en el camino. ¡Mil gracias por estar ahí!
M.Mercedes Rodríguez Perera
La verdadera amistad está ahí en los buenos y malos momentos. En la lluvia, en la tempestad y en el calor inmenso. El lenguaje es casi siempre corporal. Cada gesto tiene una intencionalidad, una forma para hacer llegar multitud de contenidos. Mas hay amistades que considerabas sólidas que te la juegan con una prontitud inminente. Casi te falta el aire, el oxígeno y hasta el habla para reaccionar. Mas siempre suele haber alguién rondando nuestro camino que sí que está dispuesto a echar una mano. Asumir nuevos retos... quizás esas personas también fueron burlados a lo largo de distintos senderos, y un alma herida... o reacciona, o quizás sufra por tiempo indefinido.
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