En la grandeza de un océano hay una barca a la deriva. No tiene nombre ni identidad. Nadie conoce su procedencia. Mas está allí esperando ser rescatada.
En un mundo de dolor, lo mas habitual es la huída. Hacer la vista gorda. No hacernos presente ante tal necesidad. Mas la necesidad está ahí,de cuerpo presente. Mañana, quizás, la barca pueda ser tuya.
En un mundo de dolor, lo mas habitual es la huída. Hacer la vista gorda. No hacernos presente ante tal necesidad. Mas la necesidad está ahí,de cuerpo presente. Mañana, quizás, la barca pueda ser tuya.
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