Los que te leen la mirada, y te acarician el alma. Un día su despedida deja un hueco bien vacío. Mas nunca se van del todo. Los sientes en tu alegría.
Los que te leen la mirada, y te acarician el alma. Un día su despedida deja un hueco bien vacío. Mas nunca se van del todo. Los sientes en tu alegría.
ResponderEliminar