Sus cicatrices aún hirientes Mas la paz se ha cansado de regar al mundo con su luz, su color, su fraternidad. Y el mundo perdió su norte. No perdamos nuestro existir.
Sus cicatrices aún hirientes Mas la paz se ha cansado de regar al mundo con su luz, su color, su fraternidad. Y el mundo perdió su norte. No perdamos nuestro existir.
ResponderEliminar