Al despertar de aquel día, el niño ya allí no estaba. Todo parecía tranquilo, solo mi mente trastiaba. Juraba que estaba allí. Mi mente solo trastiaba. Mas allí todos callaban.
El despertar de un nacimiento. De una total incongruencia por tu parte. Mas la mente, en ocasiones, cierra herméticamente, sus aposentos para que tires pa´lante. Sin culpabilidad existente. ¡Qué cosas tiene la vida!
El despertar de un nacimiento. De una total incongruencia por tu parte. Mas la mente, en ocasiones, cierra herméticamente, sus aposentos para que tires pa´lante. Sin culpabilidad existente. ¡Qué cosas tiene la vida!
ResponderEliminar