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lunes, 19 de junio de 2017

Hay muchas personas amigas de lo ajeno.


  Suelen ser muy ambiciosas. Presumir de lo que no son. Y practicar, si se puede con gran maestría, el arte del hurto. Puden ir de caballeros, o grandes señoras por la vida. Presumir de una pulcritud, que les suele quedar bien grande. Lo que no se puede permitir es que te roben aquello que por derecho te has ganado. O, incluso te han regalado. Hay personas que pueden, presuntamente, dedicarse al robo de contraseñas. Pueden estar horas, días, semanas, incluso tener personas a su servicio expertas en semejante tesoro... en fin, lo que haga falta hasta conseguir preciado don. Luego, hacen de lo que es tuyo un puro negocio. Mas la vida sabia es. LLegará un momento, donde el castillo de naipes no se mantenga por sí mismo. Luego, a ver que excusas damos o tremendos y variados hurtos.¡Y no hablemos cuando hay discapacitados de por medio! ¡Se puede, en ocasiones, complicar demasiado las cosas! Por que puede ocurrir de que se habla de proteccionismo, en lugar de un hurto claro y descarado, supuestamente, a la persona discapacitada. ¡Ahí, que dios ponga su mano!

    M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. Sabes, muchas veces, pierden el sentido de la dignidad, de la ética, de la responsabilidad. Hay personas que, Presuntamente, hacen del robo ajeno su negocio, su modo de vida. Roban y vuelven a robar hasta que su persona se convierte en un puro hielo. Se hace de forma quizás mecánica. Y su triunfo en sus objetivos puede, incluso, celebrarse por todo lo alto. Que cuidadito tengan, que la vida suele colocar las cosas y las personas en su lugar.

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