¿Sabes?...

  Un día vi tu mirada en el fondo de un abismo¡Oh, pero qué me dices!Lo que te digo es que soy, en ocasiones, demasiada atrevida. Quice pescarte con una caña mágica que guardo en mi imaginación para este tipo de situaciones un tanto complicadas. Mas tu mirada me atrapó tan fuerte que yo también caí en aquél abismo. Ahora eramos dos personas en aquél precipicio que parecía no tener fin. Daba la impresión de que formábamos parte de todo un océano¡Qué hacer!¡Oh, pero qué mal rollito!Solo te vi un instante, luego... quedé profundamente dormida. Cuando desperté ya tú no estabas allí. Te habías marchado.Ahora me encontraba en otro hábitat, con otras personas, con otra forma de vida. En aquéllos momentos me sentí inmensamente sola. Ahora era yo quien tenía que salir de dicho abismo, infierno aparente. Para nada te culpabilizo de lo ocurrido. Fui yo, voluntariamente, la que quiso entrar en ese rescate que, aparentemente era todo un imposible.¡Sabes, me muevo casi siempre por instintos!Poco a poco voy descubriendo mi propia luz. He aprendido a distinguir lo que es correcto de aquello que no lo es. Quizás llevara mucho tiempo intentando rescatarme a mí misma¡Fíjate tú que atrevimiento!Quizás tú fuistes la excusa perfecta para salir de un abismo interior que me estaba consumiendo casi sin ser perceptible tal situación. Ahora ya tú no estas aquí. Ahora yo ya he aprendido a caminar en el trayecto vida personal. Aunque no pierdo nunca de vista un yo integración. Pues sé que ello es toda una necesidad. Sabes, ahora busco mi camino y te busco a ti. Mas no es una búsqueda obsesiva, inquieta, anulante... para nada. Ahora solo me gustaría saber si estás bien, si eres feliz. Fue en dichos momentos cuando puse mi destino emocional, afectivo, circusntancial pues en todo un universo. No tengo ningún indicio de tu ambular por la vida. Espero estés bien. Por que hay aventuras que parecen sacadas de una ficción que ni ella misma se reconoce. He dicho muchas veces que soy feliz a mi manera. Hoy tengo muchas razones para vivir, para sentir la vida, los momentos, los encuentros e incluso los sinsabores. Mi mundo interior necesitaba ser expresado, comentado, juzgado en algunos momentos. Mi vida es mi mundo interior. Esta asignatura de compartir con vosotros todo este enramado personal pues para mí ha sido toda una necesidad. Agradecida por la acogida que recibo de todos vosotros. Siempre hay alguién que te dice que tires pa´lante. Siempre hay momentos para ser agradecidos con la vida, con nosotros mismos, con nuestro entorno. Siempre hay momentos para alzar el vuelo y planear, si se puede, pues en todo un cielo infinito. ¡Mil gracias por estar ahí!

      M.Mercedes Rodríguez Perera