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martes, 1 de septiembre de 2015

¡Sabes, un día entendí que...!


  Un día entendí que necesitaba vivir. Buscarme a mí misma para luego llegar hasta ti, hasta muchos como tú. Daros las gracias por todos aquellos momentos compartidos,por esa paciencia depositada en mi persona(Sabes, no estoy acostumbrada a ser tratada con delicadeza).En realidad, no estaba acostumbrada a que me mirasen correctamente... mas bien muchas personas cercanas a mí no tienen ningún pudor en darme la espalda. Mas un día sentí la vida en mi interior. Sentí el latir de un corazón abriéndose paso en mis adentros. Pensé que era un sueño. Uno de tantos sueños que yo fabricaba para sentirme mejor, aceptada interiormente, grupalmente, socialmente. En fin, algo rarita si que soy. Pero la vida, las circunstancias vividas en mi persona me han hecho fuerte. Muy fuerte. Ya, a día de hoy, no es nada fácil doblegarme, hacerme sentir dependiente de terceras personas. Como un  buen conductor aprendo de mis recorridos, de mis tropiezos y hasta de mis expectativas. Y luego vino la vida sin yo ser cosnciente de ello. Sabes, hasta con médico y un ayudante bastante refunfuñon y con muchísimas ganas de salirse fuera de la escena de los hechos. El tema de un nacimiento viene a mi mente con muchísima frecuencia. Mas yo no consigo entender nada de nada. Mas el tiempo me ayudará a colocar cada pieza en su lugar y presumir, quizás, de un puzzle todo terreno algún día. Hay cosas que no tienen una explicación aparente. O las aceptas o malvives en una mediocridad que no me merezco. Algún día alguien me ayudará a poner cada pieza en su sitio. A entender lo que a día de hoy es pura incongruencia. Sabes, la abstracción es mi mundo, mi forma de contactar contigo. Es una manera de volar y aterrizar sin alas. Un día entendí que arriesgar era el camino... ello era necesario para yo tener cierta estabilidad en mi mundo interior. Aposté por gente legal,  cercana, humilde, con carácter. Personas que me hacían  sentir cómoda y esbozar múltiples sonrisas. Aposté por ti. Sí, aunque a día de hoy no he podido conocerte... ¡Bah, con la imaginación se pueden fabricar caminos infinitos! Difíciles de transitar por cualquier caminante. De vez en cuando me da por pensar que he conquistado mi pedacito de cielo y te he conquistado a ti (bueno, imaginativamente, por que yo todavía no te he visto) Mas los verdaderos caminos. Aquellos caminos que sueñan, que trabajan con ahínco su trayectoria... pues esos caminos siempre llegan a encontrarse. Están ahí para ser valorados, expresados, comunicados al mundo¡Normalmente, verdades a los cuatro vientos!

     La vida es una sonrisa que te conquista. Una mirada que te valora. Un llanto que es consolado. La vida es un monumento a la integración, y una apuesta, principalmente, por ti mismo. ¡Si deseas algo con todas tus fuerzas lucha por ello... si te responde a lo que tu necesitas... quizás descubras que dicha necesidad merecía ser expresada, comentada... necesitaba una apuesta en escena. ¡Gracias!

      M.Mercedes Rodríguez Perera

2 comentarios:

  1. Sabes, hay personas que van por la vida como si se les subiera la titulación por todos los poros de su piel. No te hablan, te enseñan diplomas y titulaciones infinitas. Y se mosquean cuando tu le dices que hace ese puñado de papeles delante de ti, y que ya tú habías hecho limpieza, por lo tanto que agarre ese puñado de papeles y vaya a ensuciar otros patios. Bueno, traducción: Hay personas que no hablan, que no saben comunicarse sin sentirse dueño y señor de todo un firmamento. Por ejemplo, dando a entender que tienen muchas titulaciones. ¡Y que me dices de esas personas como seres humanos!¡Pues la mayoría, papel mojado!

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  2. Hay personas que cuando ven un filón, procedente de donde sea, pues como que se ponen en marcha sin consierar, aparentemente, de donde procede y quien es dueño y señor de dicho filón. Ya se han escuchado algunos casos, entiendo yo, pues que se deja a la persona desvalida, que quizás tenga un talento prodigioso en su haber, y, en ocasiones pueda ocurrir que su propia familia explote dicho tesoro. Dando a entender a la persona afectada que no es dueña prácticamente de nada. ¡Y, ojo, a dormir a pierna suelta y con la conciencia tranquila!¡Hay ocasiones en las que se ha de dudar, quizás, hasta de la propia familia!¡Quizás por la cercanía de los hechos puedan, de alguna manera, tal vez, ser partícipes de muchas cosas que giran en torno a dicha persona indefensa!¡Dios mío, abráse visto!

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