-Aquél que me dio tu mirada. Tu olor de azahar. Tu esperanza casi en quiebra.
-El juego de una oración.
-La ternura de una caricia.
-La avispada lucidez de tu amanecer.
-Sí, cuando despertaste a la vida y... mis ojos llenos de lágrimas casi no podían articular palabra.
-Castillos en el aire que construí en aquel infierno... con la esperanza balanceándose en un precipicio.
-Y el despertar de la naturaleza despertó mi ser... y con ella mi vida.
- Dando gracias a un ser olvidadizo que quizás, sin saber cómo, ni por qué... nunca dejó de estar a mi lado.
-Unas veces con las manos vacías... otras, tal vez con las manos llenas... buscando, quizás, la esencia de tu eterna mirada y sin yo saberlo de todo... pues la redención de un ser.
A veces no valoramos a las personas que están a nuestro lado. Aquellas que se encuentran junto a nosotros de forma incondicional. Que respetan nuestra esencia mas particular y, al mismo tiempo, nos tienden la mano ante momentos de urgente necesidad...
Gracias a todas aquellas personas que han estado cerca de mí. Quizás no las supe valorar. Quizás mi ceguera emocional no supo valorarlas en la medida que ellos-as necesitaban. Pero que fueron verdaderos pilares en mi vida, en mi persona, en mi ser.
Gracias a todas aquellas personas que dieron un sentido positivo a mi vida y a las cuales les doy las gracias por que les debo muchísimo.
Gracias
Mercedes
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