-Porque se me escaparon de las manos.
-Por que los perdí mientras montaba en bicicleta.
-Intenté cazarlos con un caza mariposas...
-Pero la cazada fui yo por que no los encontré por ninguna parte.
-Luego... cuando me olvidé totalmente de dichos momentos... empezaron a surgir en mi mente, borbotones de incipientes ideas, conceptos, verbos, palabras... con un contenido singular, particular, y, hasta general.
-¡Oh, menos mal que han vuelto! Han regresado a mi vida.
-¿Se irán alguna vez?
-No sé... tal vez sí, pero tal vez no...
-Simplemente los aparqué a un lado y, ellos, prontamente se hicieron presentes... andando junto a mí, a mi morada.
A veces no hay que buscar ciertas cosas, o encontrar a ciertas personas en un lugar infinito, por que, muchas veces están cercanas a nosotros, caminan en nuestro sendero particular. Es importante saber reconocer quienes son de nuestro equipo y si, verdaderamente, se camina en una misma dirección-ruta.
Gracias.
Mercedes
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