-¡Caramba con el señorito euro!
-¡Qué coqueto se nos presentó!
-¡Qué airoso ante el mundo!
-¡Con cuanto aire de sabiduría!
-¡Que arte de mago!
-Sin cuadrarnos del todo las cuentas echadas.
-Y... él... como si la historia del "cambio" no le afectara en absoluto.
-¡Pero fuerte cara dura!...
-¡Yo me quedo con un euro donde su valor es de infarto decadente!...
-¿Tu, crees?...
-Ni me hables que me da una lipotimia de no me cuentes más de tres.
-No sé si se tratará de una suma o tal vez... una resta acelerada.
-¡Jesús!...
-Pues eso, lo dicho...
-¡Y yo que pensaba que entraba en el paraíso con tanta y tanta publicidad!
-En fin, que cerré los ojos y cuando los abrí tuve que echarme agua en los ojos unas cuantas veces...
-¡No sé si dar te el pésame!
-Por favor no traigas malos augurios...
Mercedes
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