Caminos necesarios de transitar, de acomodar. Caminos de vida, de aparentes incordios, de satisfacción personal y hasta grupal. Caminos que alguién, quizás de forma sutil, va desviando sus directrices, su contenido mas particular, su forma-fondo. No siempre intencionadamente, mas a veces... Y la vida continúa ante tropiezos casi sin fin.Y el camino entiende de volver a sus orígenes, a su razón de ser, de entender su cometido, de sus principios mas vitales y hasta necesarios. Ya que, la fuente de su luz suele estar tan cerca de nosotros que en ocasiones no podemos verla, apreciarla con total claridad. Podemos quizás perder el norte y ver nos a miles de distancia de su seguimiento mas vital, mas conquistador e incluso mas fresco.¡Oh, la propia vida! Caminos que se pierden casi sin ser vistos. Caminos que se recuperan en los avatares de la vida, en su crudeza mas áspera e inquietante, mas real. Quizás tu seas parte de mi camino.¡Oh, curiosidades de una vida! de una ansiada espera hacia una total libertad, integración, entendimiento de mí misma. ¡Oh, pero qué me dices!¡Oh, cosas de la vida!
M.Mercedes Rodríguez Perera
La vida, en sí misma, es pura transformación. No siempre somos conscientes del camino recorrido ni de las cosecuencias a la hora de elegir ciertas encrucijadas del camino. Mas a veces, el camino por sí solo, puede volver a sus inicios, a sus principiantes pasos y tomar la ruta adecuada, la mas consecuente ante sus hechos, ante su razón de ser, de estar, de manifestarse. Muchos caminos suelen volver de forma casi innata a sus primeros pasos. Allí pueden encontrar respuestas muy sorprendentes. ¡Pero qué me dices!
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