Una vida rota quizás pueda reconstruirse...

  No es fácil dar a entender que tu vida está rota. Que la humillación, la falta de respeto,el desaire y el distanciamento cada vez mas brutal han formado parte de tu vida. Siempre suele tener vigor la exposición de los mayores, de los padres, de los tutores presenciales... difícilmente una niña/o destrozado fisico-mentalmente pues tienen sus argumentos viabilidad. Quizás se nos acusa de una imaginación caprichosa, infinita, capaz de buscar la atención de los progenitores. En ningún momento unos padres medidos, aparentemente, por el respeto, por la cordialidad, por el buen estar... pues se les cuestiona tales atribuciones negativas. Mas la vida sigue y si la situación no cambia... el destrozo fisico-emocionl-afectivo, quizás pueda estar marcando insistentemente los números rojos de toda una vida. No es fácil salir de dicha situación donde tu credibilidad toca fondo una y mil veces. ¡Oh, mal rollito! No conoces que tienes un don muy particular para comunicarte, para relacionarte, de alguna manera con otras personas. No sabes quien sembró ese don, ese alimento-vida. Mas un día despiertas con unas ganas inmensas de recuperar tu vida, tus momentos, tu credibilidad. Descubres que no estas sola en semejante trayecto. Y casi sin ser vista... la sonrisa vuelve a tu cara.¡Una sonrisa de miles de millones de euros imaginarios!. Es entonces cuando tu persona en su totalidad se para en seco y te cuestionas:¡Quizás esta vez lo consigamos! Una riqueza que no sabías que estaba en tu poder, en tu libro de notas. Salir es difícil, muy difícil. Nadie te dijo que fuera fácil. Mas no había otra opción si querías tocar tierra, estar en igualdad de condiciones sociales, abrazar a la vida y abrazar tu mirada. ¡Gracias por estar ahí acompañándome en un recorrido nada cómodo, nada comprensible, difícilmente viable!... donde siempre procuro ver el amanecer de cerca. ¡Es muy difícil caminar sin luz!

        M.Mercedes Rodríguez Perera