Los sueños que viven con nosotros. Aquéllos que sacan lo mejor de uno mismo, de nuestra necesidad, de nuestro deambular por los caminos, en ocasiones áridos de la vida. Aquéllos que se plagian, que destruyen la enteresa y el arranque de quien los creó. Aquél sueño al que fui fiel. Sí, por que me apetecía aunque casi nadie pudo entenderlo. ¡En fin, cosas de la vida!. Los sueños que comparto contigo y con otras muchas personas como tú. Algunos bastante tormentosos, de dudas inquietantes, de sombras infinitas. Mas como ya no estoy para muy malos rollos, me dedico a sacar partido de mi vida. Reinventándome. Transformando las duras tormentas en gratos amaneceres. Donde la comunicación ha de tener, según mi entender, un lugar muy privilegiado. Los sueños en ocasiones son bastante incontrolables. Es algo así como que perdemos las riendas de lo personal. Mas los caminos se pueden enderezar si la imaginación es caprichosa y a los sueños se les da el lugar apropiado que deben ocupar. Mas un sueño bonito guardo yo en mi joyero particular. ¡Ojo, no por mucho tiempo!
M.Mercedes Rodríguez Perera
¡Oh, los sueños!¡Cuántos momentos gratos!¡Cuántos príncipes y princesas destronados! Mas los sueños invitan a la creatividad, a lo dulzón de los momentos. Los sueños me invitan acercarme a ti, a despistar los malos rollos. El día en que fabriqué sueños positivos empecé a crecer como ser humano. Hoy por hoy los malos rollos me duran un pis-as. ¡Oh, has madurado!
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