La amistad verdadera no tiene precio. El amigo leal lo es en los momentos buenos y en los adversos. Es un tesoro de valor incalculable. Sin embargo no siempre le reconocemos. Pero estará ahí siempre que le necesites. Parece no pesarle estar junto a ti. Quizas os fortaleceis mutuamente casi sin ser conscientes de ello. En este mundo un tanto descompensado, el que tiene un buen amigo-a verdadero, pues tiene bonitos amaneceres en su alma y en su persona. También en su corazón. Así pues, yo le felicito.
Mercedes
No hay comentarios:
Publicar un comentario