La herencia

-¡Uy esa herencia!
-¡Caramba, tocan campanas de fiesta-reparto!
-¡Ahí viene una herencia en movimiento, contenta, saltaria y hasta coqueta!
-¡No se yo si lo de saltarina le durará demasiado tiempo!
-¡Aquí van llegando los participantes de una tertulia en memoria de una herencia en situación de lipotimia- mezquindad!
-Tiras y alfojas caen de un lado a otro de la mesa como si de un chicle de mascar se tratara.
-Cuando se ha llegado a una situación casi en desahucio entre idas y venidas que comunican extremaunción por todas partes...
-¡Uf, como esta el patio!
-Ha habido un previo calentamiento vista la situación. Ya casi nadie sabe donde se firma, que se está firmando, y las consecuencias de dicha firma. Bueno, vamos a dejar lo del consenso en un momento de reflexión meditación.
-En fin, la mayor parte de la gente sale de dciho recinto señorial como si la temperatura hubiese superado los cuarenta grados centígrados. Parece ser que casi nadie se habla. El ambiente se ha caldeado bastante, hasta tal punto que nuestra señora herencia promueve momentos de reflexión, algo así como perder la mirada a un tiempo infinito, y hacer algún que otro tipo de ejercicio de yoga. Lo digo con la intención de no terminar en una guerra campal donde a los tertulianos no les ha dado mucho tiempo para ubicarse. Se apaga la luz por un momento... y, entre dudas e incógnitas ... pues ... a ver si alguien puede hacernos el favor de encender la luz, por si acaso se tratara de un sueño-pesadilla.
¡Por si acaso vamos a deshojar margaritas e invitar a la imaginación a volar!gracias
     Mercedes