¡Uy el abanico que me dio tu prima!.Con ese colorido que eleva la temperatura a cualquiera. Abanico que me permite ocultarme de cualquier persona ingrata. Lo puedo usar para coquetear con algunas miradas tan curiosas como la mía. Para cuando estoy de bajona darme algún que otro aires de grandeza. Para parecer... humilde.
¡Uy se me ha roto el abanico!
-¿Y ahora qué?
-¡Pues ahora todo ello será a cara descubierta!
-Ja, ja, ja...
Mercedes
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