Translate

martes, 19 de junio de 2012

A mi padre

Bueno, nunca conocí a mi padre el todo. Sí, a pesr de haber llevado toda una vida junto a él. Siempre imaginando qué pensaría, que sentiría, que buscaba en su mirada perdida. Le he visto jugar a las cartas y sentirse casi como un bebé.
Recuerdos y porqués que surgían en mi mente, en mi conciencia. el por que de las distancias estando tan cerca. Fue muy difícil acercarme a él por que cada uno teníamos nuestro territorio particular. El era una persona mayor y necesitaba ayuda. Yo... vivía en su casa. Sabes, no lo pensé, me puse en marcha con una actitud de disposición para lo que hiciese falta. Iba al médico con él. Tenía muy en cuenta su medicación. Era una persona mayor y a pesar de nuestras enormes diferencias en la comprensión. Pues yo estuve ahí. Cual fue mi sorpresa cuando observé una respuesta de cercanía, de diálogo, de valoración personal. Hubo un momento en que me dolió mi sensibilidad y me despertó su intolerancia.
Pero al final algo nos unió en la cercanía y en la distancia, en lo dulce, en el diálogo, en el respeto ante nuestros respectivos espacios.
Yo no sabía que mi padre iba a encontrar la muerte de forma tan dramática, tan cruel, tan sin sentido. Sí, fue pateado para robarle. Su cuerpo, su cara, su honor, fue humillado y denigrado... hasta ahora no se ha encontrado ningún sospechoso. y... todavía me acuerdo cuando me miraba fijamente y me preguntaba cuando regresaríamos a casa. Hacía tiempo que ambos nos habíamos perdonado nuestras diferencias y el daño ocasionado el uno al otro. Simplemente le dije a mi padre  que nos iríamos juntos. Evidentemente yo no pensaba morir, no tenía intención de suicidarme. Sin embargo, el se sentía solo, indefenso, y necesitaba un apoyo moral. A mi no me importó decirle que viajaría con él. Que estaría junto a él. A los ocho días de la brutal paliza y a la edad de ochenta y tres años, pues él murió. Yo, Mercedes, después del primer impacto brutal, yo sentí que una parte de mí viajó con él a ese lugar que nadie parece conocer del todo. Pero también sentí que una parte de mi padre estaba junto a mí. A día de hoy siento paz, por que llegué a tiempo de abrir una puerta común y aprendimos a despedirnos. Para nosotros dos no fue difícil. El publicaba a mis hermanos y a mi madre lo mucho que yo había cambiado. Casi era una persona diferente... sabes, le di lo mejor de mí. No esperaba nada a cambio puesto que mi padre era una persona, al igual que yo, super difícil de llevar. Ambos nos despedimos con la conciencia tranquila.

    Gracias, papá, por haberme abierto las puertas de tu corazón y de tus sentimientos. Gacias por haberme valorado como persona y abrir una puerta a al integración con mis hermanos. Que en paz descanses y cuida de nosotros...
    Mercedes

2 comentarios:

  1. La relación con mi padre siempre fue muy difícil. Mas cuando la necesidad se hizo presente ahí estaba yo, en todo momento, ante cualquier situación. Creo que fue en esa actitud mia hacia él, donde él descubrió una persona muy diferente a la que tenía en mente. MI actitud de ayuda fue voluntaria, sin pedir nada a cambio. Mas la vida te reconforta con paz inteior, con la satisfacción de hacer lo que quise hacer. Me siento muy orgullosa de lo que hice. Mas él lo supo... A veces, le pido que, si le es posible, me ayude en mi camino.

    ResponderEliminar
  2. Es en la entrega, en la colaboración, en el estar ahí para lo que se necesita...haciéndolo voluntariamente, desde nuestra actitud solidaria. Entendiendo que, aunque no hayas pedido nada a cambio... pues la vida busca su forma de recompensartelo. Sí, aunque sea sintiendo una gratitud infinito por lo realizado.

    ResponderEliminar