¡Dicen que se sube al cielo cuando los sueños son bonitos!
¡Cuando hay ilusiones aun por descubrir!
¡Cuando la niñez se ha de tener como motor de crecimiento, de ilusiones, de esperanzas...
Cuando toca en la puerta la enfermedad mental y parece ser, que ésta a veces tiene una llave maestra y entra sin avisar. Nuestro mundo puede parecer oscuro, profundo, desconocido...
Hay personas que se ven envueltas en la enfermedad mental cual huracán descontrolado y abrazador.
El primer paso para conseguir la compensación es una medicación correcta, adecuada a las necesidades de cada persona. Es realmente crucial apostar por la medicina y los facultativos.
Algunas personas pueden pensar que el enfermo mental no sufre, puesto que, al principio se le ve bastante sedado, aturdido.
Yo puedo decir, en nombre propio, que aunque el sufrimiento no se a precia, en algunos casos, pues dicho sufrimiento puede llegar a todo un infinito desgarrador.Muy difícil de explicar a los otros-as.
Quizás uno de los dolores mas agonizantes lo puedan ocasionar el abandono del trabajo, los estudios...
La sensación casi permanente de haber perdido todo aquello por lo que habías luchado, trabajado, ilusionado, conquistado... te marca negativamente. La sensación de fracaso casi permanente.
-¡Ojo, que la vida sigue! ¡Sus pruebas pueden ser muy difíciles de entender y de justificar!
-¡También pueden ser superadas!
Quizás haya personas que hagan la vista gorda ante nosotros-as (amigos, familia, pareja, compañeros, conocidos..)
-Tal vez muchos hagan las maletas por un tiempo indefinido... quizás otros, los menos, después de un momento de reflexión... pues decidan regresar a nuestro lado. En fin, baches tiene la vida y en alguno de ellos todos hemos caído.
-¡Siempre queda alguien a nuestro lado! ¡Por lo menos hay que proponerse-lo y creer firmemente en ello!
Quizás tengas que empezar, tras la compensación, una nueva vida, nuevas rutas, nuevos proyectos, nuevas ilusiones, nuevas conquistas...
¡Ojo, el miedo no es buen consejero... tampoco lo es la indecisión, el quedarse estancado!
La carga familiar, social, personal... los prejuicios... pueden ser excesivamente pesados... Sí está en ti, también puede salir de ti.
¡Animo, nosotros-as podemos!
-Que la lucha en el esfuerzo, en el trabajo diario, en la paciencia, en el orgullo personal... sean siempre comodines que te animan a tocar tierra firme, y por supuesto, alzar el vuelo.
Suerte para todos nosotros-as. Que no nos encontremos nunca solos en el camino.... ojo, la esperanza, la luz, la ilusión existen.... Que renazca en nosotros por que tenemos derecho a ser felices.
¡Ánimo!
M.Mercedes Rodríguez Perera
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