¡Esos amores que llenan... esos otros, puro desierto

-Tal vez... por que se va de flor en flor pensando que dicha situación puede durar toda una vida, buscando muchas veces en una fuente sin agua.
-La búsqueda puede resultar asfixiante cuando no se sabe que se está buscando.
-La pareja no es, exactamente, una sola persona en cuerpo-alma.
-Se han de respetar las diferencias entre ambos. Aquellas diferencias que, tal vez, en un principio nos unió, nos enriqueció como personas, nos dio cierta estabilidad emocional.

  Pero uno de los dos o, tal vez ambos, necesitan su espacio, su tiempo, su momento privacidad para crecer personalmente, en pareja y en sociedad. No siempre un distanciamiento necesario y no entendido, puede significar rotura. Tal vez, respetar el espacio mutuo, el momento, el lugar de tu pareja... situándose en una situación concreta, pues en un segundo plano... lejos de significar que eres un segundón o una segundona, lo que realmente nos indica es que ese momento concreto le pertenece a él o a ella. Puede resultar que en otras ocasiones la situación se nos presenta a la inversa y merece el mismísimo respeto.

    La vida también es chispa. Aprender a disfrutar, manejar, compartir esa chispa exige todo un aprendizaje. Mantener encendida la chispa a pesar de los avatares de vida es todo un crecimiento personal, de pareja, de grupo. Es una medalla a tales méritos propios.

     Se han de entender los distanciamientos por motivos laborales, familiares. No se ha de encrespar una situación cuando habita en ella el respeto al otro, el entendimiento en una  distancia por necesidad, en el saber estar, en los detalles, en la comunicación, tan necesaria en nuestras vida, y en la fidelidad, concepto este casi pasado de moda y poco rentabilizado en nuestros días. Pero al cual se le puede sacar un excelente partido...

    La vida es toda una conquista. Aprender a disfrutar de ella es toda una lección donde a veces se cometen muchas faltas ortográficas y donde pasar a la siguiente caligrafía es algo así como hacer la vista gorda...

        M.Mercedes Rodríguez Perera