¡Qué pasa con la maldad!

-Dicen que la maldad no es un gen colocado, traviesa mente, por un truhán alcahuete.
-Que todos somos buenos en esencia y que las experiencias nos pueden volver un tanto ariscos, marimandonas, e incluso hacernos salir de nuestra carretera particular para gobernar la trayectoria recorrida por un vehículo no colindante.
-Bueno... es excelente ser buena persona, tener carisma, e incluso don de gente... pero no siempre es suficiente para alimentar un alma inquieta, libre... tal vez... camuflar dos almas gemelas...

 Conducir nuestro motor vida no siempre es fácil. A veces, excelentes conductores de auto ayuda han quedado en alguna que otra cuneta y sin un arranque suficiente para tomar su compostura. Bueno, no es una ironía, simplemente vivimos en un mundo de muchos cambios, bastante inestable, de proyectos en una balanza-equilibrio y... se hace necesario investigar un poco nuestro interior. Tomar las herramientas necesarias para estar alertas, sin perder en ningún momento el sentido del humor, de la amistad, de la colaboración, del compañerismo... tener conciencia que un trabajo en equipo tiene mayor fuerza que aquel que se hace en la soledad e intimidad de un laboratorio... sentir que reír es buenísimo y perder los papeles de vez en cuando es todo un acto de atrevimiento, valentía y hasta necesidad caprichosa.

   ¡ Suerte!

Apostemos por la juventud. Para ello es muy necesario conocer a dicha juventud, sin llegar a intimidarles,  
 pero con una actitud de guía, fruto tal vez de haber pasado por experiencias parecidas en multitud de ocasiones.

Quizás sea muy importante afrontar las situaciones, y no huir de ellas cual lobos-as acobardados ante la dificultad de afrontar una situación problemática. Aunque nos tapemos los ojos, la dificultad, la situación problemática va a estar ahí... abrir los ojos es dar el primer paso para la resolución de problemas. La droga, el alcohol, la promiscuidad... son formas de escapar,pero tarde o temprano vas a tener que afrontar la situación problemática  abiertamente.

   M.Mercedes Rodríguez Perera