- Cuando...
-El grito es desenfrenado y totalmente desajustado.
-El miedo está fuera de control. Colapsado en un sin fin de malos gestos y rollos desatinados.
-La autoridad impuesta no deja tierra fértil a su paso.
-Buscando casi a hurtadillas...
-La dulzura en el lenguaje, en los gestos, en la comunicación.
-El compartir en el día día, en los momentos presentes, en la dulzura de un nacimiento, en el despertar de una flor.
-El perdón de una oscuridad que le cuesta hacer nacer una mirada limpia, dulce, transparente.
-La veracidad del mar, la autenticidad del campo, la creencia en aquello que nos da la vida.
-Un mundo de valores, un mundo con sentimientos, con respeto, con autenticidad repetitiva.
-No olvides que lo que siembres en el corazón de los niños, lo recogerás en tu edad madura... tal vez en un despertar no deseado... ¡Ojalá me equivoque!
Tal vez, a veces, sea demasiado tarde...
A veces hay tiempo... así son los momentos del día a día donde nos mecemos.
M.Mercedes Rodríguez Perera
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