Cuando la timidez se pone muy gobernanta...

Cuando la timidez se vuelve muy gobernanta...

       Se cree señora y señor de mi vida... y hasta piensa que que en mis momentos mas particulares ella ha de hacerse reina. 

       Pensando estoy yo desde hace días como voy a bajarla de semejante reino. Cuando me equivoco se supone soy yo quien ha cometido el error. Subiéndose me los colores un ciento por ciento y quedando en mas evidencia que un rey mago.

       Pensando estoy yo en como bajarle los humos a semejante timidez fanfarrona. Me tiene a dos bandas por que siempre es ella la que decide los pasos que he de dar, seguir en mi ruta que parece ser la nuestra...

       He leído todo tipo de libros famosos que se suponen son un jaque mate a la timidez. Ojo, que la mía ha de estar bastante arraigada a mi personalidad por que no hay manera de que se tome unos días libres.... en fin... que esta timidez me tiene algo mas que desahuciado- a en mis relaciones personales. En las de pareja para que contarte... es decir que no doy una en el blando y mi vida se está convirtiendo en toda una página web al  descubierto. 

     Así pues... os propongo alguna que otra solución práctica de las tantas y tantas que han pasado por mi guía personal...

   Quizás...

-Le des demasiado importancia a la timidez.

-Tal vez... ella no vaya en tu búsqueda... mas tu la tienes siempre presente.

- Prueba a ser tu mismo. A ignorarla, sin miedo a las caídas. Si te caes que seas tu quien ha tocado el suelo no se lo achaques a la señora timidez.

-Mejor caerse veinte veces y levantarse veintiuna que no dar la batalla por finalizada.

-Nadie dice que sea fácil... tal vez tu conozcas tu propia timidez mejor que nadie. Te comento que ese es un comodín excelente a la hora de ganar una partida...

         Yo fui una persona super tímida. Ahora no lo soy. No digo que mi timidez fuese mas asequible que la vuestra. Realmente no lo creo. Lo que si creo verdaderamente es que cuando uno quiere alcanzar sus objetivos prioritarios... pues a de dar prioridad a prioridades. En ningún momento se ha de colocar una timidez que hace ya tiempo ha debido quedar vencida o, como poco, enviarla por tiempo indefinido a la papelera de reciclaje.

    La vida es demasiado importante como para permitir que la señora timidez se acomode de forma gratuita en nuestras vidas...

-¡Yo he conseguido vencer a una timidez absoluta!. Ahora soy muchísimo mas feliz que antes. Aunque la prudencia y la timidez no han de ir unidas de la mano.

¿Quién gobierna en tu vida?: Tu timidez,  tus deseos, gustos, prioridades...

     Somos aquello que trabajamos, que evolucionamos, que maduramos, que afrontamos, aquello a lo cual ponemos limitaciones necesarias y justificadas.

      Quizás sea muy importante leer el texto, asumir nuestra realidad, masticar bien su contenido y, por supuesto, intentar hacer los deberes oportunos para realizar una buena digestión y tener un buen descanso. O.K

M.Mercedes Rodríguez Perera