Esto que acabo de nombrar son casi reliquias en extinción.Mucha gente ve el respeto como un corta- libertades. Y el respeto es esencial en toda libertad, puesto que, marca el buen funcionamiento y uso de dicha libertad que ha de ser un poco de todos.
La libertad anda como loca, como trotamundos. No entiende por que se le suben y bajan unos calores por todo el cuerpo.
Parece no entender lo que ve a su alrededor, lo que observa atónita tras la vuelta de sus vacaciones. No reconoce su esencia-libertad en lo que observa en torno suyo.
Caminando, caminando, se encuentra con un libertinaje astuto y maleducado. El cual pretende suplantar la identidad de la señora libertad. A la señora libertad casi la tienen que ingresar de urgencias en un hospital.
-¡Qué cosas! ¡Qué cosas!-anda diciendo la señora libertad- al observar con que facilidad cambian las cosas en un abrir y cerrar de ojos.
-Después de medio-repuesta del hospital de urgencias... la señora libertad se encuentra con el señor respeto que en este caso es toda cortesía.
-¡Vaya alivio!-comenta la señora libertad- pensando que la habían dejando sola en aquel absurdo. La señora libertad le comenta al señor respeto, que pensaba que éste había sido abolido por la sociedad "todo terreno", el "todo vale"y el sentimiento de "poder absoluto"y "supremo" mal regulado.
El señor respeto bien entendido, y considerado, tiene normas, formas en el hablar, en el sentir, en el actuar... a veces pierde los papeles pero... sabe con quien lo hace y como hacerlo.
El señor respeto nunca deja de ser caballeroso, tal vez sea ello lo que me conquista.
M.Mercedes Rodríguez Perera
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