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miércoles, 6 de marzo de 2013

La pulsera...



   _La pulsera que tanto me inquietaba.
       _Imaginaba su forma, su color, su textura... sus intenciones mas inminentes.
    _Parecía no llegar nunca a mis manos, a mi joyero manual improvisado.
              _¡Y cuando la tuve en mi poder... casi no paraba de llorar!
   ¡Extraño comportamiento!-pensé- cosas de la esencia vida.
      _De momentos dudosos, urgentes, clandestinos, vivarachos...
             _Mi tesoro particular, mi juguete, mi adorno mas coqueto y deseado.
        _¡Quién lo hubiese pensado!
            _¡Ironías del destino!
     _Una de tantas pulseras que llegan a tu vida por pura casualidad.
         _En un momento particular muy deseado. Nada cuestionado.
   _Sin embargo la recibes con un mar de lágrimas nada contenidas.
       _Tal vez un regalo muy especial, buscado a hurtadillas.

            _Sabes, nunca es tarde si la esperanza recupera el primer puesto en primera fila.
  _Algo ostentoso... bueno, dicen que la esperanza es mas bien humilde.

         _ ¡Ojo, que la pulsera no es de oro ni de diamantes! ¡Faltaría mas!...

       M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. Me encantan las pulseras, lo reconozco. No soy una persona ostentosa.Tuve muy pocos regalos de niña. En realidad tenía que inventar mis propios juegos, puesto que, carecía de ellos. No me importaría tener una familia humilde si se rigieran por el cariño, el respeto... no siempre los padres saben educar a los hijos. Quiero pensar que no hay mala fe en ello. gracias.

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