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lunes, 11 de noviembre de 2013
El zapato olvidado
_Quizás demasiadas prisas.
_Tal vez no hubo otra alternativa ante una urgente necesidad.
_De vez en cuando... recordaba su historia, su procedenccia, su autentica necesidad de compartir nuestros momentos...
_Bueno, hay momentos en los que me da por pensar que no todo es imperecedero.
_Hay situaciones que son imborrables en un continuo tiempo... aunque a veces aparece algún listillo/a que rompe la esencia de lo grato, divertido, ingenuo...
_En fin, cosas que pasan, y no hay que dar mas vueltas al asunto de las extrictamente precisas.
_Hay momentos que se van, que se escapan de nosotros cual agua escurridiza... probablemente sigan un camino elegido por ellos/as mismas. Estan en su derecho de cambiar de rumbo, de ubicación... de buscar los objetivos planeados, de descubrir otros mundos, a lo mejor una nueva identidad... no sé.
_Ello no siempre se digiere fácilmente, cómodamente... a veces indigesta, no por ello las cosas van a cambiar.
_Es nuestra actitud ante la vida lo que engrandece nuestra persona, nuestro mundo, nuestra forma de pensar, de respetar la actitud de los otros... la que nos enseña mucho de la vida, del mundo, de los unos y los otros... de lo concreto, abstracto y hasta de los contrastes.
¡Oh, caramba con las inclemencias del tiempo!
M.Mercedes Rodríguez Perera
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Bueno, un zapato olvidado puede ser cualquier persona que sin razones se le hecha de un grupo, se le margina en la clase, se le pone todo tipo de motes... además con un tono burlón y gracioso. Pero cuando estas personas ocupan el lugar del zapato abandonado... a ver quien se ríe de quién. ¡A ver como le sabe al grupo probar semejante guiso!Se suele aprender de experiencias como estas...
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