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viernes, 1 de noviembre de 2013

¡Uy aquella cueva!...


   ¡Caramba con aquella cueva!...
        _Donde miraba al exterior cual diosa en su trono.
    _Cómoda, muy cómoda. Bastante personal, hecha a mi gusto. Sencilla, algo disciplinada,discreta.
         _Situada en un lugar estratégico y privilegiado de la montaña.
   _Se deja conquistar por su amplio panorama.... también por lo que transmite.
        _Ahí estábamos ambas (ella y yo)... cuidando los momentos. Nuestro particular tiempo, invadido a veces, por las ausencias... ¡Ojo, no por mucho tiempo! Hay que tener los pies en la tierra y un mundo por universo.
      _Manejando las riendas de mi vida. Aprendiendo a caminar por mis propios medios. Intentando que la libertad se fije en mí y festejando en dichos momentos, la ansiada vida.

      _La vida...
         _Coqueta y seductora. Señora de sí misma. A veces desconfiada. Sin soltar del todo su mirada. _Abranzando al viendo. Descubriendo, a su vez, la luna y un mar de estrellas.
      _¿Y eso?
       _¿Pues cosas suyas!

  M.Mercedes Rodríguez Perera

3 comentarios:

  1. Una cueva puede ser, en parte, tu mundo interior. Aquél mundo en el cual te refugias. Lo haces tuyo. Lo necesitas para sentir que un espacio particular te pertenece, , te es necesario. Pero también se ha de trabajar las relaciones sociales. Invitar a otras personas a conocer esa cueva espiritual, emocional, íntima.. engrandeciendo, entre todos, nuestros mundos. Nuestra necesidad en el compartir.

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  2. Una cueva puede ser, también, un espacio físico, material. Perdida en cualquier lugar del campo. Un lugar que te invita a respirar aire puro, a sentir aquel espacio como tu casa. Lugar donde guardas lo mas íntimo de ti. Aquello que te libera, que te emociona... visitas la cueva de vez en cuando, con alegría, emoción, sentimiento... de alguna manera la cueva estará ahí. Por supuesto, los momentos vida compartidos también.¡Y le das gracias a la vida!

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  3. Hubo un chico en Las Lagunetas, pues que había acondicionado una cueva como lugar para celebrar misas. Tenía todo tipo de imágenes, hasta un altar. Bueno, no es que yo me sepa las cosas de la iglesia de "pe a pa", pero ojo, como te despistaras en la atención, la duración de la misa podía ser interminable. Este chico murió siendo joven. Pero su forma de entender la religiosidad nunca me pareció mar. Excepto cuando era yo la penalizada... rollo de sermones... Uf.

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