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lunes, 9 de diciembre de 2013

El reloj donde quizás perdiera mi norte


   Si, quizás así fuera....
      _Tal vez, olvidé lo importante del tiempo. De mi tiempo personal, de aquel tiempo que tanto me gustó compartir y hoy queda en la memoria, cual pasado encajonado en un blog de notas.
    _Tiempo que necesito para mí misma. Para que no me toreen las inclemencias del día a día y me vuelva abstracta a lo importante y necesario que para mí es coger, agarrar, no dejar que el tiempo, en el momento presente, se te escape de las manos, de tu razón de ser, existir...
    _Tiempo que trato de inmortalizar, mas me resulta imposible. El tiene su propio ritmo, su propio espacio, su saber estar... no suele esperar por nadie. Es algo así como que va a lo suyo.
     _Tiempo que a veces toca en mi puerta, cubriendo mi necesidad, abrazando mi alma, calmando mi ansiedad. Mas yo sé que el tiempo pasado no vuelve... mas yo estoy aquí en un tiempo que puedo manejar, disfrutar, jugar, torear a mi antojo. ¡Sí, por que me pertenece!
    _Hoy soy consciente de la importancia del tiempo en cada momento. Mas sé que ello no lo olvidaré jamás. Aunque también me cosnta que no soy ni siervienta, ni señorona del tiempo. ¡Abrase visto!
¡Cómo se me escape lo cogeré con un cazamariposas rosa y lo zarandearé por caprichoso y exigente!
    ¿Lo harías!
        ¡Pues claro que sí!

  M.Mercedes Rodríguez Perera

3 comentarios:

  1. A veces no somos conscientes de la importacia del tiempo vivido en distintos momentos de nuestra vida. Situaciones importantes se nos escapan por que pensamos que siempre habrá tiempo para atenderlas. Pero la realidad es que ese momento que pierdes por carpricho, por que nunca hay prisa, tal vez, sin ser del todo consciente pueda, algún día, pasarte factura (Ah, y no de las mas baratas). Aprovecha tu tiempo, es único. Ni lo puedes comprar, ni vender. ¡Ojo,pues!

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  2. El tiempo que se escapa, el tiempo que no vuelve. Evidentemente, el tiempo, queramos o no, marcará nuestras vidas, nuestro destino. Mas yo puedo hacer que ese, a veces minúsculo tiempo, se convierta en un tiempo para mí infinito. Por ejemplo, cuando asisto a lugares deseados por mí, cuando algunos de mis sobrinos me cuentan ciertas cosas con la seriedad de un predicador y yo no sé donde meterme para troncharme de risa. Cuando entiendo he trabajado mi salud, no veas lo que me ha costado, y siento el apoyo de muchas personas a las que antes a penas percibia.¡Claro que me lo he currado!...

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  3. Yo personalmente necesito el reloj. No para estar supeditada a sus agujas un tanto ajustadas. Pero mi persona necesita percatarse del tiempo. De los momentos que dedico a distintas actividades. De la hora de mi medicación. No puedo vivir en un vacío infinito, por lo que el tiempo ha de formar, necesariamente, parte de mi vida.

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