La sonrisa y la mirada

  Sonriéndole a una ingenua mirada.

   _¿Paro qué me dices?

  _Oh, es que tu mirada es muy curiosa, cómoda, divertida, ingenua y hasta la mar de inquieta.

      Sabes, me gusta sonrír a la vida, a lo torpe que a veces me muestro en los diversos caminos. Me gusta sonreír a la gente que quiero, a la que admiro. Y aquéllas otras personas que por mí se preocupan. Un día perdí la sonrisa. Y vagaba en un mundo ajeno a mi interior, a mi forma de custodiar mis momentos mas entusiastas. Para mí fue una de las etapas mas catastróficas de mi vida. Creí que nunca más volvería a mí. ¿Sabes, mi sonrisa me pertenecía, era de mi propiedad, e inconscientemente sentí que alguién me la robó?Nunca supe el momento exacto en la cual la perdí. Tampoco fui consciente cuando la recuperé, volvió a mi vida, a mi ser, a mis momentos más cómodos y sensatos. Cuando sentí que la había recuperado mi corazón no dejó de palpitar a gran velocidas. A lo mejor tu desconoces que mi sonrisa era algo así como mi alma gemela. Yo no la tenía en venta. Nunca la tendré en venta, puesto que es el motor de mis andares, de mi razón de ser, de mi andar por la vida.Una sonrisa que despierta al mundo, a un horizonte cómodo y particular. Una mirada que ronronea buscando mi sonrisa y se pierde en todo un infinito casi, casi indescifrable. ¡Oh, por fin se han encontrado!¡Oh, pero qué me dices!

     M.Mercedes Rodríguez Perera