Y la vida un día...

  Y la vida un día me conquistó. Una mañana me invitó al despertar de su mirada. Y yo, que ingenuamente, fabricaba sueños infantiles para entender la complicidad de mis abstractos. Y la vida me indicó el camino de vuelta a casa. No sabía si la realidad sería tan permisiva conmigo. Mas mi mundo se fraguó en la textura de un infierno donde, poco a poco parecía perder el oxigeno-vida. Mas decidí compartir mi mundo interior. La forma, el fondo y el ser de mis adentros. ¡Oh, qué atrevimiento!Un día decidí sonreirle abiertamente a la vida. Mas la vida, de forma ingenua, esbozó una tímida sonrisa y me comentó: ¡Ojo! Por que traducir un mundo interior puede ser la mar de complicado. Y en el desértico mundo vital busqué amistades, personas conocidad en un momento puntual . Sí, capaces de dar la cara por mí, por mi mundo y ante mi mundo. Incluso capaces de adentrarse en un mundo interior carente de luz. Que fabrica sueños imaginando un mundo diferente en textura, en imágenes, en sueños caprichosos.Mas yo te agarré fuertemente con mi mirada y de alguna manera te comenté:¡Ojo, que estoy aquí! Y mi vida se abre paso ante tu mirada por que vosotros la hacéis grande. Le dais el valor de un universo. Escuchasteis, quizás, mi mensaje oculto. Mas yo decidí nacer nuevamente a la vida. Contando con un buen equipo. Con la esperanza a medias de que mis sentimientos, mis emociones, mis afectos no volvieran a quedar nunca mas helados. Menos aún fuera de juego. ¿Puedo contar contigo?

    Gracias por estar ahí, por descubrirme en medio de un océano.

        M.Mercedes Rodríguez Perera