Sentir el aire en mi cara.
Soñar más allá del infinito.
Aprender a guiar mi vida.
Comprender el sentido de la espera, del tiempo, de la locura... de mi espacio.
Es un banco que sabe conquistar.
Entiende de fondo, forma, inestabilidades en el tiempo.
Dice escuchar mil confesiones mas una.
Es solidario y ello me ha llamado la atención
A veces, muy amigo de sus amigos...
M.Mercedes Rodríguez Perera
El banco del parque... aquél al cual acudíamos cuando queríamos tomar un respiro. Siempre cercano, siempre atento. De esperas interminables, de mensajes infinitos, de dudas esclarecedoras. De penas compartidas y alegrías diversas. ¡Dicen que fue tu amigo! ¡Pues sí, y aun lo es!
ResponderEliminarDe pequeña me encantaba observar los bancos del parque. Cuando me sentaba en ellos me sentía super grande. Momentos que aprovechaba para respirar profundamente y, visualizar, todo lo que aquel banco me permitiese. Para mí los bancos del parque eran muy especiales. Me sentía grande ante un banco pequeño. Pero, la sola idea de sentir, vale la pena extrapolarla mas allá de un infinito. A veces, leía algún que otro libro y realmente me sentía especial.Gracias.
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