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viernes, 14 de junio de 2013

Cuando la responsabilidad se hace escurridiza hasta hervir un sentimiento...


    ¡Hay de aquellas personas, aparentemente, destinadas a la soledad. Una soledad involuntaria que, al hacerte mayor, parece engrandecerse. En algunos casos esa situación está, casi encaminada al desahucio...
         El cuidado que se ejerce hacia una persona mayor es realmente necesario y se ha de hacer con una aptitud de sencillez, acogida, arropamiento. Digamos que cuando quieres a una persona de corazón. Es algo así como que dichos corazones transmiten tal sentimiento mas allá de cuatro paredes...

     La gente de nuestros tiempos todo terreno,  parecen no tener tiempo, en algunos momentos, y siempre remitiéndonos a ciertas personas, no a todas, pues del cuidado, visita, atención a la persona necesitada. Yo pienso que la situación de abandono, de "no tengo tiempo", de" los niños ocupan mucho espacio"," yo estoy enfermo y no me apetece, no quiero cambiar el turno con nadie". Digamos que esta falta de interés por cambiar tu turno, denota, a mi entender, una aptitud de pobreza emocional, pocas ganas de estar con ese familiar al cual con tu sonrisa, tu diálogo, tu preocupación, hubieras alegrado su cuerpo, alma y corazón.

      Muchas veces se empiezan por pequeños detalles´como el hecho  de no tener interés en cambiar un turno (que pueda ser toda una necesidad) y podemos extendernos al comentario cómodo de: "yo a esa persona la veo bien" "yo no entiendo por que tengo  que dedicarle tiempo a un familiar cercano, cuando mi familia, verdaderamente, me necesita".Se puede continuar por asistir a casa de tal  familiar y convertir la situación en un mutismo total (algo bastante incomodo para los allí presentes). Suele pasar que sea el familiar quien casi te saque las palabras con muchísimo esfuerzo. Claro que, las personas encargadas de hacer dichos turnos, a la larga, puedan manifestar un comportamiento infantil y comentar:"Pues si fulanito ni menganito lo hacen, yo tampoco lo hago.(esto solo es una suposición)

       No estamos con marionetas o muñecos-as de trapo, de manejar a tu antojo. En realidad estamos hablando con personas que escuchan de tu boca su abandono hacia ellos-as. Estamos hablando de personas que empiezan a sentir tristeza, desarraigo y una actitud de no comprensión, no terminar de asimilar lo incómodo, lo desagradable en que parecen estar convirtiéndose sus vidas.

      A veces el dinero a pagar para que estas personas necesitadas estén cuidadas, pues como que hay que hacer balances bien milimetrados, puesto que, la vida está excesivamente cara y supondría,un dinero extra a pagar a otras personas. El dinero... dinero es, y soltarlo, dejarlo escapar como que no.... habría que pensar en otra solución mas económica, mas rentable y que no produzca tantos quebraderos de cabeza.


           Reflexión personal
La persona enferma, la persona que se va haciendo mayor,  necesita cuidados específicos. La persona hundida por la soledad, por crisis emocionales...la persona que no sabe como comprar, agarrar, amarrar el cariño y la compañía de otra persona pues es, de alguna manera,es una persona, una sociedad, a veces, muy soterrada, donde no somos conscientes que la necesidad no tiene nombre, identidad, cultura social.... y que el cariño que se da a manos llenas suele actuar como un bumeral que, aunque no lo busques vuelve a ti.Las personas que tengan hijos recuerden si quieren un olvido anticipado por parte de sus propios hijos y nietos. Yo les diría que si en verdad les resulta agradable formar parte de un bloque de hielo sin contactar con el calor de la acogida, o prefieren la lumbre en el atardecer inmortal de una noche vida.

     M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. A veces no somos conscientes del regalo vida que muchas personas han puesto en nuestros caminos. Una sonrisa puede ser un regalo extremadamente valioso puesto en tus labios. No olvides que compartir es hacernos grandes y descubrir mas allá de las posibles penumbras de un corazón abierto. Gracias.

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