Tensar y aflojar la cuerda.

    Tenso la cuerda...
            Cuando me vuelvo autoritario/a ante el mundo, conmigo mismo/a, con la gente que me rodea, con aquella que mas quiero.

   Tenso la cuerda...
           Cuando no escucho. Cuando obligo a los demás acatar órdenes que no tienen un futuro de crecimiento productivo,que no tienen justificación alguna.

    Tenso la cuerda...
               Cuando me aíslo del mundo, y me creo muy grande sin salir de casa, de mi entorno mas particular.

     Tenso la cuerda...
               Cuando no escucho. Convirtiendo mi persona en ley, y mi alma se viste de harapos.


          Mi cuerda se vuelve flexible...
   Cuando aprendo a escuchar. Es entonces cuando un abanico de posibilidades, antes desconocidas, navegan en mi persona.

           Mi cuerda se vuelve flexible...
   Cuando miro a los demás de igual a igual. Aunque nos diferencien distintos mundos. Mas mi persona se vuelve accesible a otras culturas, a otra forma de ver el mundo, de relacionarme, de compartir momentos gratos y no tan gratos.

         Mi cuerda se vuelve flexible...

  Cuando descubro en los niños posibilidades para cambiar el mundo. Para dar un giro a ciertas directrices.

         Claro que se precisa...
              Educar, formar en valores, conocimientos,en confianza, autenticidad.

              Si los cimientos son sólidos... la base tendrá la fuerza para crecer de forma armoniosa y convincente.

        ¡Eso espero!

             M.Mercedes Rodríguez Perera