¡Cuidado con el balanceo de las palabras!

   ¿Sabes, por qué!...
         Pues...
      Porque a veces podemos interpretarlas de forma distinta a como se han querido transmitir.
          -A veces son dañinas como hiedras, son hirientes hasta la saciedad.
          -Otras, pueden atraparnos en su contenido, en un tiovivo divertido, risueños, fantástico...
               Otras veces... parecen dormirse. Si, cual angelicales pequeños/as.
                   Mas tú has de despertarlas... porque su vida no tiene sentido sin ser leídas, comentadas, entendidas,reflexionadas...
        - Se crecen ante la necesidad.
    -Murmuran ante la duda incondicional.
      -Mas se buscan, por que suelen engrandecer un alma, y alzar una bonita sonrisa.
   De vez en cuando transmiten respuestas añoradas en mitad de la noche.

         M.Mercedes Rodríguez Perera