Una noche estrellada.

   Cuando...
        Discutí con un amigo-a y se me cerraron mil puertas en el debe y en el haber de mi existencia.
        Cuando le pregunté a una estrella por su aparente pasividad, su situación algo coqueta, su capacidad para atraer la atención a los viandantes.
         Mas un compañero-a amigo mostró cierta ofuscación por rozar mi vida particular con una esencia estrella que a penas conocía.
                 _¡Oh, cuánto hubiese yo regalado de mis pertenencias por aprender a realizar el puzzle de mi vida.
                 _Mas luego, titubeando un poquito tuvo la necesidad de realizar el puzzle-vida de una forma automática y sistemática.¡Qué cosas las que tiene una que escuchar!

          _Que momentos invadirían mi curiosidad...
                   ¡Tal ves una aparente libertad que no termino de situarla del todo!
                   ¡Una curiosidad bastante desbordada!
                   ¡Pues a lo mejor navegar en el oscuro amanecer de mi mundo interior!
                   ¡Oh, como no, los sinsabores del camino que en tan mal estado se encuentran a veces!
                   ¡Los momentos agradables de un bonito final!
                   ¡La capacidad de aguantar el tipo y tipazo ante un desaire con sabor agrío!

    Quizás admirar todo un universo me haga sentir muy pequeña. Mas... las vueltas que da la vida, ni las he contado yo, ni nadie que yo conozca.

       Mas aun así yo quiero darte infinitas gracias... Oye, mi mundo particular también. Quizás por las veces en que tu o alguien con tus inquietudes se asomó a mi hermética ventana y consiguió sacar mil rayos de luz, que iluminaron mi libertad y rompieron mi timidez al viento. Claro, pues sin dejar de ser algo cauta.

     M.Mercedes Rodríguez Perera