La crudeza de una vida

    Una vida rota por la humillación y un dolor emocional, afectivo que casi abarca todo mi ser. Como comunicarme con el mundo si me habían convertido en puro desahucio. Violaciones, cintazos, gritos, cachetones, patadas, descalificaciones. Parece ser que esa niña era bien pequeña cuando recibió, supuestamente, sus primeros malos tratos. Salvajes agresiones que la bloquearon brutalmente hasta el punto de perder el habla y la sonrisa. Castigada a no asistir al colegio. Condenada a las tareas del hogar aun siendo ella muy pequeña. Con un vacío interior brutal. Con una necesidad inminente de salir a la calle. Tomar el sol, viajar por todo el mundo. Volver a recuperar el habla y su sonrisa eran sus máximas prioridades. Un día consigue recuperar ambas cosas mas la casa la agobia muchísimo. De ella solo tiene recuerdos de brutales palizas y descalificaciones usadas de forma continuda. Como comunicar al siquiatra su situación si la persona que asistía con ella a los distintos siquiatras pues era una persona que consentia tales brutalidades... luego se ponía, aparentemente, el disfraz de buena persona y no caía ni el mismo siquiatra ante semejante actuación. Entiendo que ya todo eso paso... mas la casa me agobia, me mortifica, me llena de un apagón brutal. Ironías del destino paso gran parte de mis días en casa. Un día soñe que fui madre. Fue uno de mis sueños mas hermosos, mas gratificante de mi vida. Pero al abrir los ojos por la mañana ni había niño, ni había médico, y la familia pues con una forma tan normal y natural a la hora de comportarse. En fin, que mi familia no pierde la compostura ni aunque anuncien tormentas de campeonato. Empecé a escribir como una auténtica necesidad terapéutica. ¡Oye, que escribía cosas bien bonitas para mí! Es verdad que he conseguido salir de gran parte de ese infierno. En parte se lo debo a la inocencia de los niños. Su forma de ser, de expresarse, de comunicarse contigo. Los niños han conseguido que yo sonria, que yo hable abiertamente al mundo. Hoy me siento una mujer fuerte, solidaria. Hoy sé que la caída será super difícil por que como yo he dicho en varias ocasiones, pues la mejor forma de castigar al maltratador o maltratadores es afrontar los hechos y tirar pa´lante. Asumir que puedes ser muy fuerte y levantarte incluso contra todo pronóstico. He aprendido a vivir de forma diferente. He aprendido a sonreír de nuevo, a comunicarme con un mundo social para el cual estaba aparentemente vetada. A veces, la soledad se apodera de mi ser, de mi mente, de mi cuerpo y hasta de mi despertar. Me digo a mí misma que con el tiempo la integración social y personal sera muy importante. Gracias a todas aquéllas personas que han querido estar junto a mí en diversos momentos de mi vida. Merezco ser feliz por que yo no rompí mi vida, ni mi espacio, ni mi comunicación con el mundo. Las cosas pasan y punto. Te levantas con la intensión clara de que tu espacio en el mundo es tuyo, te pertenece, principalmente por que te has atrevido a conquistarlo. Gracias.

    M.Mercedes Rodríguez Perera