Translate

jueves, 7 de enero de 2016

Los traspiés de los momentos


  Hay momentos que son dulces, placenteros, agradables, amargos y hasta cómicos. En otros momentos puede manifestarse la crudeza de una esencia vital. La ansiedad en multitud de momentos ¡Oh, madre mía!Una esencia luz que quiere manifestarse un día sí, y el otro también. Un frío fisico-sicológico ante la dureza de una verdad que cuesta muchísimo creer, hacerla un poco nuestra. Mas te levantas un día tras otro . Una rotura agría y muy dolorosa circula por tus venas. ¡Oh, mal rollito!Sí, te sientes en ocasiones invadida por los golpes bajos y la despreocupación latente de gran parte de tu familia ante tu persona. ¡Caramba, abráse visto! Un día mas en que nada mas levantarte tocas las paredes de tu casa, la mesa, las sillas... con la intención de sentir que no estás sola. Por que incluso puedes llegar a sentir la cruda  soledad de un infierno oscuro y muy frío. Infierno que nunca buscastes ni deseastes. Mas siempre ha sido casi, casi tu única compañía en los juegos. Un día te paras por un momento ante una situación familiar quizás insostenible, que se cae por su propio peso y tú con una fuerza interior que se sale de lo normal, decides luchar desde muy adentro de tu propio ser. Un día comunicas al mundo tu verdad mas particular. En algunos momentos parte de esta verdad es acogida por multitud de visitantes como respuestas suyas muy personales. ¡Oh, genial! Un día y de forma inesperada alguién consigue la llave de tu mundo (en realidad nunca hubo llave alguna). Siempre ha estado ahí una llave imaginaria, aunque muy pocas personas han conseguido identificarla como la llave de mi persona, de mi interior casi, casi intocable. Se encuentran con un mundo lleno de pudredumbre, de oscuridad absoluta, de dolor, mucho miedo, encuentran un mundo roto y casi indescifrable. Simplemente, esas personas me invitan a salir de allí, me invitan a ver la luz que casi ciega mis ojos, me invitan a entrar a formar parte de un mundo conjuntado. Sí, con sus mas y sus menos, con sus alegrías y momentos de dolor. Cuando ella sale de aquél infierno la puerta, automáticamente, se cierra. Ella sabe, instintivamente, que nunca mas volverá allí. Tendrá que empezar de nuevo, necesitará ayuda para vivir de forma diferente, tendrá que aprender a vivir, a emocionarse, a jugar, a despertar a la vida, tendrá que recuperar sus derechos usurpados, cierto día, de forma traicionera y mal intencionada. Ella mira a esas personas con lágrimas en sus ojos. Simplemente, le da las gracias. Lo demás se lee entre líneas.

     Gracias a todas aquéllas personas que han querido estar junto a mí en momentos realmente difíciles. Gracias por ayudarme a recorrer mi camino, por entender parte de un mensaje que para mí era super difícil asimilar. En definitiva, mil gracias por estar ahí.

     M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. La cruda realidad puede superar la ficción una y mil veces. Una niña apartada de forma cruel del resto de su familia, maltratada, anulada, violada, humillada... una niña que nunca supo que era tener derechos por que esa familia jamás se los reconoció. Una familia que vive de apariencias... mas la verdad, pese a quien le pese, cuando le llega su turno también sabe manifestarse. Gracias

    ResponderEliminar