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martes, 19 de enero de 2016

Personas que viven de la maleza y...


  Personas que viven de la maleza y se alimentan hasta de su propia carroña. Personas que presumen de tener títulos universitarios y parecen no tener tres dedos de frente, ya que, pueden disfrutar e incluso hartarse del dolor ajeno, de su humillación, de mentiras de gran crueldad. Parecen que tiran dardos envenenados a todo aquél que se cruza en su camino. Aparentemente parece ser, que es ese dardo envenenado lo que parecen tener por comida. Personas que se alimentan de lo que ellos consideran basurero humano. Y parecen estar siempre hambrientos y sedientos. Sin que se apague en sus venas esa sed esa hambre que les carecteriza. Sabes, entiendo yo, que son personas que no conocen ningún tipo de relaciones saludables. Relaciones que te llenan, que son un alimento excepcional para el cuerpo y el alma. Personas que no conocen la sencillez ni la humildad en sus vidas. El que presume de saberlo todo, pues bien poco ha de aprender. Personas que carecen del término libertad bien entendida y bien canalizada para que sus frutos sean verdaderamente exquisitos. Por que subir escaños para muchas personas consiste, aparentemente, en pisotear al que tienen al lado, o incluso debajo.¡Abrase visto semejante osadía!Personas que probablemente nunca serán felices. Incapaces en gran medida de hacer felices a otras personas. Incapaces de pedir perdón. Hablo de personas vacías en el sentimiento, en el compartir e incluso en echar una mano cuando la necesidad se nos hace presente. Personas que pueden vivir un verdadero infierno y desconocerlo por completo. ¡Pero qué me dices!
  _¡Oh, pero fuerte pesadilla!
  _¡Quiero despertar!
  _¿Me ayudas?

Gracias por estar ahí, a mi lado, junto a mí. Gracias por los momentos compartidos y las emociones transmitidas. ¡Mil gracias por estar ahí!

     M.Mercedes Rodríguez Perera

1 comentario:

  1. A veces, tengo la impresión de vivir una situación personal de hielo, de frialdad descomunal. Quizás parte de ello se deba al aislamiento al cual siento fui sometida. Pienso que no es difícil percatarse de la forma brutal de aislamiento que casi parece congelar una sociedad todoterreno. Despertemos a la ternura, a la ilusión, al compartir, al compromiso solidario.¡Busquemos tiempo...!

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