Caramba con la señorita vida...

  -La vida me ha marcado muchísimo. No siempre positiva-mente.
-Aprendí que mi vida no está en manos de nadie. Que yo he de marcar mi ruta-camino cual aprendiz aventajado (por que hemos de sumarnos muchos puntos en la vida, como alimento reserva, ante situaciones realmente adversas).
-Aprendí a separar las cosas. A no hacer un mundo de un minúsculo grano de arena.
-A no ser ni atrevida, ni suspicaz con las miradas...
-Aprendí a conocerme, para... posteriormente, investigar aquello que me interesaba.
-Aprendí a soltarme de la mano. A no convertirme en niño-a de guardería.
     -Y aunque me acompañó, en muchos momentos, la soledad no deseada..., me agarré fuertemente a un amuleto particular que encontré en un baúl interior ya casi olvidado del todo...

-Fui consciente que siempre hay alguien que está a tu lado, junto a ti, aunque no te percates de ello en absoluto...
-Alguien que puede verse atraído por tu persona, por tu coqueteo interior,por lo que reflejan tus sentimientos a flor de piel...probablemente por que tu inquietud sea la tuya, y tu necesidad su complemento.
-Cuando me encontré a mí misma, no me preocupé en encerrarme en una urna de cristal artificial y fría...simplemente, sonreí y seguía dando pasos firmes en mi deambular por la vida... con multitud de STOP, pero siendo consciente que también hay momentos para un respiro y estar relajados...

        No es bueno ser un ermitaño de por vida. Ni tampoco presumir que tienes amigos en todas partes y que te son fieles en cualquier situación. Tu persona ha de convivir bien consigo mismo y los otros... la amistad es una excelente medicina. Pero, ojo, aprende que todo lo que se siembra no da buenos frutos. Se una persona en relación contigo mismo y con los otros... aunque, sin querer ser pesimista utiliza una balanza un tanto personal y particular para observar como anda el "patio". Que es algo así como tener en cuenta en que terreno te mueves y cuantas cartas tienes a tu favor...

       No pretendo ser pesimista pero la vida, nuestra señora vida... a veces es un tanto pícara y hasta trastiona...

        Mercedes