Y me lo pregunté mil veces...

-¡Cuantas veces busqué mil porqués!
-Mil juegos de azar en un infinito no señalizado.
-Una búsqueda, un sin sentido, una razón de ser, una existencia justificada.
-Y en un conflicto personal, social, internacional, me busqué a mi misma... pero dudas y vacíos rotaban en torno a mí.
-¡Parar!
-¿Cómo parar el tiempo, mi tiempo, mi necesidad!
-Simplemente me dejé llevar, me dejé abrazar por mis sentimientos más íntimos.
-Mis emociones más exuberantes... y pensé que la vida puede ser un camino-recorrido sencillo, de flexibilidad en ruta. De ternura en su despertar...
-Tal vez... dejar de existir en pleno cautiverio.

        Quizás, y solo quizás podamos pensar que el coche que nos transporta en nuestro recorrido siempre va a estar ahí. Sí, ante toda nuestra necesidad. Puede ocurrir que perdamos las llaves de ese vehículo tan especial y tan cómodo que nos ha guiado en multitud de momentos-camino. En ese momento hemos de tomar otro medio de transporte. Sí, de bastón guía.... Por no encontrar dichas llaves que pueden ser toda una tormentosa obsesión, pues nuestro motor vida no va a dejar de funcionar, de guiarnos en nuestra ruta personal y social... a veces cuando no tienes nada, aparentemente, es cuando mas rico eres en cuanto a creatividad, descubrimiento, valoración personal, social... cuando descubres un mundo interior y unos amigos que siempre han estado ahí y que en ningún momento pasó por sus mentes dejarte en la estacada. A veces la vida nos sorprende gratamente y sentimos multitud de sentimientos recorriendo todo nuestro ser... sí, aunque a veces  parezca que la vida está dormida... ojo, que las apariencias engañan... y la vida es, ante todo, maduración, crecimiento personal, satisfacción... nunca está del todo lejos de nosotros. Y suele llamar a la puerta interior de nuestro corazón. "No lo olvides, de un corazón latiendo".

     M.Mercedes Rodríguez Perera