El buscador

-Anda un buscador muy meticuloso merodeando por mil mas un artefactos de alto rendimiento.
-Pero... es un buscador super especial.
-Interesado en lo sencillo, en lo curioso, en lo novedoso, el lo atrevido, en lo espectacular.
-De vez en cuando  se para y puedes estar tan perdido como él.
-Sabes, cuenta estrellas, imaginando asistir a una clase de matemáticas de rendimiento superior.
-Dice que no tiene prisa por que el recorrido-camino se saborea más pasito a pasito, margen a margen.
-Es un buscador soñador y, ojo, el señorito buscador tiene su principios.

        Cree en la libertad y suele hacer comentarios a cerca de ella.
        -Pero... sabes qué, el ruido social suele convertir sus enseñanzas en susurridos casi ininteligibles...
        -El dice que tiene tanto tiempo libre para la contemplación y para el aprendizaje sensorial, que nos tiene, algunos de nosotros, en una espera casi continuada.
        -¡Y digo yo que de donde salió semejante buscador!
        -Pues... tal vez, de la necesidad humana.


Buscamos, tal vez...
-Cuando la necesidad se hace presente.
Cuando nuestra escala de valores acaba de romper aguas.
Cuando encontramos algo que perdimos hace muchísimo tiempo y nos cuesta sudor y lagrimas el volver a recuperar lo.
A veces la búsqueda parece no dar aquellos resultados que tanto anhelamos...
Quizás, y solo quizás, sea cuestión de... bajar la guardia, relajarnos un poquito, soltar las riendas de la situación, y a ver que pasa. No se ve la situación igual vista desde el interior del enredo problemático, a cuando intentamos relajarnos y lo vemos desde a fuera. Siendo quizás, meros espectadores. ¡A intentarlo!, ¡Suerte!

       M.Mercedes Rodríguez Perera