Mi muñeca y aquél balón de reglamento...

-Mi muñeca, regalo de reyes en mi niñez. Aquella muñeca que conseguía hacer brillar mis ojos y articular mas de tres palabras seguidas.

-Balón de reglamento, perteneciente a uno de mis hermanos. Balón que yo miraba a hurtadillas y preparaba toda una estrategia para acercarme a él. Tirar de forma indiscriminada casi a cualquier lugar. Sin tener conocimiento de lo que era una portería o, tal vez un fuera de juego...

-y que decir de aquellos aviones que surcaban el cielo cerca de casa y que... mis primas y yo mirábamos y le comentábamos mil más una cosa. Como si ellos pudieran escucharnos. Como si en algún momento pudieran detener el vuelo junto a nosotras.

-Siempre soñé partir muy lejos... que algunos de aquellos aviones dieran una respuesta a tanta  necesidad de alzar el vuelo y volar junto a ellos... tal vez... muy, pero que muy alto.

-Bueno... dicen que los sueños de los niños-a son solo sueños, y que mueren al pasar de los años.

-Yo me agarré fuertemente algunos de mis sueños y aun siguen en mí, positiva-mente.

         Es importante tener:

Un comodín ilusión, un comodín despertar, un comodín realización, un comodín realidad... un comodín compromiso, y, por supuesto, un comodín lealtad.

        Jamás volvería a mi infancia, tampoco a mi adolescencia... pero aun así, que viva la vida. Ole por las heridas cicatrizadas con el tiempo, por los excelentes amigos y, aquellas personas que por tantos y tantas casualidades de la vida cambiaron el camino rumbo de tu vida y dieron un sentido positivo a tu existencia. Esto pasa a veces... y la vida vuelve a  tener contenido sin abandonar del todo su forma. Ole por todos nosotros... gracias...

    Mercedes