En un suspirar mental...

-Cuando el mundo se deja de sandeces y yo, puedo sacar mi cara a la superficie.
-Cuando la vida se pone melancólica y yo tengo que hacerle morisquetas al viento para que sonría.
-Cuando la vida despierta con buen pie y yo tengo un menisco de caballo.
-Cuando piensas que la vida te llena de dicha... y la encuentras mordisqueando mas de un sentimientos.
-Pero, aun así, yo apuesto por la vida...

     A veces, nos puede ser francamente difícil escucharnos a  nosotros mismos. Intenta abrir las puertas de tu corazón, de tu alma... aquella que muchas veces pueda parecer estar cerradas con un candado de siete llaves que han sido, inconscientemente, tiradas al mar... Ojo, abre esa puerta de tu propia mente, de tu corazón... no tengas miedo a lo que puedas encontrar al abrirla. Deja que entren en tu vida aquellos momentos buenos, ojo, también los dramáticos. Sin un sentimiento negativo, sin un mal rollo.Tal vez, insistan en entrar de forma tormentosa en tu casa-vida, déjalas entrar. No tengas miedo. Sé, en esos momentos un mero espectador de lo que va ocurriendo. ¡Fuera miedos! Aquello que te atormentaba, que casi no te dejaba vivir... al entrar en tu casa- vida, al sondear tu terreno... aquel que casi tenías como prohibitivo, como santuario emocional-mental, pues al ser visitado por todo aquello que pedía paso de urgencias, al revisar tu casa mental como intruso curioso... al pasar del tiempo se irá. Probablemente deseaba entrar en tu casa... probablemente, al satisfacer su curiosidad... dejará de tocar en tu puerta... y el descanso físico-emocional sera, con el tiempo, toda una realidad.

    ¡Vamos, inténtalo!

         Probablemente tengas mucho que ganar y poco o nada que perder

¡Ánimo, Mercedes!

   Mercedes