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miércoles, 29 de agosto de 2012

Las enseñanzas de mi tía-abuela

-Historias interminables con finales infinitos.
-Gracia en el hablar y orgullo en sus conocimientos.
-Pescadora de ideas volátiles.
-Comunicativa hasta el bloqueo
-Escuchando en las noches de verano rondas musicales dedicadas, a las cuales prestábamos la máxima atención.
-Soñadora al máximo.
-Sumadora de cuentas interminables, sin un debe y un haber que las justificara.
-Ella sabe que le debo parte de mi ser. Sí, por activar mi persona y hacer que mi vida latiera en mi interior, eliminando esas drásticas depresiones profundas que tocaban en mi vida en muchos momentos personales.
-Recuerdos que en mí resucitan y ella sabe que le debo parte de mi ser...
-¿Por qué?
-Pues... por que me hizo reír a carcajadas, por que me ilusionaba ir a sus especiales clases campestres.Por que mis ojos brillaban muchísimo en aquel lugar lleno de niñas-os, de todas las edades y pertenecientes a  lugares cercanos de donde vivía en el campo.
-Aquellas frases hechas, aquellas historias en un libro viejisimo, aquellas cuatro reglas en matemáticas, aquellas preguntas... aquellos momentos en los que ella pasaba alumno por alumno, observando y corrigiendo errores.
-Por que visitar su casa-escuela, o aquel patio con su correspondiente parra, que todos agradecíamos muchísimo, donde también se impartían sus clases.
-Por que mi cuerpo y mi corazón se inundaban ante tanto saber que no parecía caber en un grandísimo baúl labrado, de color negro, donde... ella guardaba sus pertenencias mas valiosas.
-Porque sé que supo que la quise mucho.
-Y ahora... en ese mar de nubes donde, quiero creer que se encuentra, quiero expresar mi profundo respeto y cariño hacia ella.
-Gracias por todo lo compartido, Estebana. Por tus enseñanzas, por tu don de gente... por buscarme hasta mas allá de un infinito.

     Aun a día de hoy, la quiero muchísimo....

A veces, suele ocurrir que aquellas personas ya muertas, y que han sido verdaderamente significativas en nuestras vidas, pues parece ser que se nos quedó medio mundo por comunicarles.

Ojo, si la relación fue bonita, agradable, intensa... no dudes que ella, o él desde donde quiera que se encuentren, entenderán que sobran palabras y actos para manifestar un cariño satisfactorio para ambos. Cuando habla el corazón, los sentimientos permanecen a la espera, y un sentimiento de paz interior nos indica que todo está perfecto.

     Gracias, Estebana

Esta carta póstuma es un homenaje a ti, Estebana. Lo hago con una de las herramientas que mas me gusta utilizar: la escritura, el sentimiento, el corazón...

     M.Mercedes Rodríguez Perera

2 comentarios:

  1. Estebana era la hermana de mi abuela. Profesora por necesidad, sin título alguno. Enseñaba de todo un poco. Le gustaba conversar conmigo, tenerme cerca suyo. Cuando hablaba conmigo lo hacía como si yo tuviera su misma edad. Sí, de ochenta pa`riba. Mas yo la adoraba. Me enseño a escuchar, a valorar y hasta admirar la propia vida. Solo puedo esbozar una sonrisa ante su recuerdo. Ello lo dice todo.

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  2. Mi tia abuela, Estebana, era una persona super especial para mí. Unas veces, la buscaba yo a ella para hacerle infinidad de preguntas. Otras veces, era ella quien venía a casa de mis abuelos a preguntar por mí. Era una persona genial. La veía cocer en su máquina super antigua y no podía dejar de mirarla, de observarla. Otras veces, hablaba de historias de sus antepasados. Su vida no fue fácil, ni cómoda, ni siquiera atractiva. Mas supo sacar el jugo a sus momentos y a sus circunstancias personales. Yo la quiero muchísimo. ¡Mas en mi interior sé que ella lo sabe!

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