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miércoles, 22 de agosto de 2012

El llorar...

-Dicen que hay personas que no saben llorar.
-Otras, que no pueden, aunque lo han intentado en multitud de ocasiones.
-Las hay que lloran por cualquier cosa.
-Se habla de algunas personas que han mutilado sus sentimientos hasta el punto de bloquear todo lo relacionado con el amor en general, con la amistad que un día, tal vez, llegó hacerse añicos.
-Nadie ha de robarte, bloquearte, aquellos tus sentimientos más nobles. Aquellos a los cuales tienes derecho. Aquellos que te hacen grande como persona, como ser humano. Aquellos que permiten tener una identidad personal y social propia. Aquellos de los cuales se alimenta tu persona con plenitud de derechos.

... Y al hacer brotar tus lágrimas... sientes que tu respiración es más satisfactoria y tu capacidad de apreciar lo que te es grato, se convierte en algo muy superior, especial...

   A mí, Mercedes, me resulta super difícil llorar. Es como si un STOP super grande se situara en mi cuerpo y en mi mente cuando intento llorar... algo tan sensible, necesario y grato. A la mayoría de los miembros de mi familia les es muy difícil acceder a esta manifestación del sentimiento...

     Es verdad que alguna vez he llorado... sin saber la causa que lo provocó, o el motivo intrínseco por la cual mis lágrimas corrieron por mis mejillas saltándose dicho muro asfixiante de contención a la hora de mostrar mis sentimientos. Aquellos que muchas veces habitan en mí...

    Pienso que llorar es bueno, necesario. Es un derecho al que todos deberíamos tener acceso. Es todo un lujo poder sacar hacia el exterior esta válvula de escape que para nada tiene que ver con un sexo determinado, ni con una ideología particular, ni con una personalidad definida... ni con una bandera dominante, ni con una clase social específica, ni con una determinada cultura, ni con cierta edad... todos  tenemos una naturaleza única. La vida, la sociedad a la que pertenecemos, nuestra nacionalidad, nuestra cuna de nacimiento, nos marca, muchas veces, unas lecciones que no siempre son las adecuadas, ni las que realmente nos hace libre...

      Mercedes

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