Bueno, Domingo y María son dos personajes ficticios, creados por mí, ante una inminente necesidad de relación pesonal y social. Digamos que mi infancia y juventud estuvierón marcadas por el aislamiento. De casa, al lugar de estudio y viceversa. La verdad es que dudo que hasta hace relativamente poco tiempo, pues muchas personas de mi barrio se percataran de que yo existía...
Mas yo sí que existia. Sumergida en un mar de libros, de apuntes y un no saber como docificar mi tiempo. Entendiendo que la vida se me escapaba de mis manos, ante la sorpresa de un no- aprendizaje escolar que duraba ya demasiados años y el cual me tenía exhausta.
En fin, digamos que a mi madre le gustaba que sus niñas estuviesen recogidas en casa sin ningún tipo de relación exterior. Menos aun, personas a las que ella no podía tener acceso de observación y captación.(Bueno, eso pienso).
Mi vida ha sido un contínuo enrredo que me llevó al desbordamiento brutal de mi propia persona. Pero como mi finalidad era la supervivencia, creé dos personajes ficticios que me iban como anillo al dedo. Sí, Domingo y María. Dos personajes que simbolizaban a la persona en general. Yo les hablaba a ambos. Eran mi terapia particular. Les comentaba que no entendía por que mi vida se me había escapado de las manos como un puñado de arena entre mis dedos. La casa donde habitaba se convertía en mi cárcel particular y no veía la forma de escapar de ella. Mi incomunicación verbal estaba abarcando una situación que se manifestaba insostenible. María era una amiga imaginaria. Le contaba un sin fin de cosas de mí misma, del mundo, de la esencia vital de las personas, situaciones, cosas. Se conviertieron en personajes super importantes en los cuales yo canalizaba mis miedos, mis frustraciones, y mi escasa valoración acerca de la vida. Siempre buscaba caminos de agarre. Es decir, caminos que me engancharan positivamente a la vida, a la ilusión por despertar y senttir que yo, en esta vida un tanto descompensada, pues también tenía mi lugar, mi espacio, mi capacidad para romper el hielo y comunicarme con el mundo. Sí, con personas de carne y hueso, personas que me devolverían la alegría, la ilusión, la esperanza en el camino, la confianza en el ser humano en general.
Siempre supe que Domingo y María eran personajes ficticios. Mas aun así, cuanta vida me daban, cuanta necesidad de ganar tiempo al tiempo en moemntos de desiertos abrasivos. Hoy me siento integrada en la vida. He conseguido romper el tremendo bloque de hormigón que, aparentemente, me separaba del mundo. Hoy doy gracias a la vida por hacerme un huequecito, y a muchos de vosotros por estar ahí. gracias.
Espero que algún día se localicen a las personas que han publicado un libro no autorizado con mis comentarios vida. Espero que ese momento sea toda una relalidad y poder celebrarlo con todos vosotros con total alegría y saisfacción. Dicho blog-vida neceista recuperar la dignidad, la confianza, la ilusión... con el que yo, su dueña, (M.Mercedes Rodríguez Perera), lo ha creado.
M.Mercedes Rodríguez Perera 23/03/14
Cuando tu mente se cierra al mundo... confiar en la gente es sumamente difícil. Observar que tener amigos/as de verdad no es tan fácil como imaginabas, puede llegar a decepcionarte. Mas yo necesito creer en amigos/as de verdad. Aquello/as que sé pueden estar ahí en cualquier momento. Sí, los que son capaces de reanimar un corazón mal herido. ¡Gracias! Sé vida, transmite vida y... la felicidad se asomará a tu ventana ... cual inminente amanecer..
ResponderEliminar¡Cuántas veces, imaginativamente, hablaba yo con Domingo y María! Intentaba dar respuestas, desde muy pequeña, a una multitud de incongruencias. ¡Y ahí aparecían mis dos personajes ficticios misteriosos!... acompañándome en mis andaduras por la vida. Dichas andaduras las sentía muchísimas veces... en la más absoluta soledad. De ahí que mi imaginación se volviera caprichosa con estos personajes ficticios. Hoy ya no están presentes... hoy tengo vida propia.
ResponderEliminar